lunes, 21 de febrero de 2022

RECUERDOS NEBULOSOS (2). Circa 1965-1966. MECCANO Y LA AMIGDALITIS

No se puede negar que en mi lejana infancia se me podía catalogar como un niño enfermizo. Mis problemas respiratorios con obstrucción nasal derivaban invariablemente en recurrentes inflamaciones de amígdalas. La ciencia de los años 60 era otra y la pediatría confiaba en la acción de los antibióticos, que se recetaban, digamos que con una cierta liberalidad. El practicante, con su ominoso estuchito, que contenía los instrumentos de su oficio, como una característica bacinilla para hervir agujas e inyecciones era una presencia habitual en mi casa y yo soportaba estoicamente aquellos inoportunos pinchazos de todo el catálogo de la época, del que recuerdo las temidas tetraciclinas. El caso es que mis padres se cansaron de aquella dinámica y exploraron otras soluciones más radicales. Típico de la medicina de la época el tema pasaba por la extirpación de las amígdalas, que se efectuaba ambulatoriamente, en la propia consulta de los pediatras. Recuerdo con nitidez un aciago día en que acompañé a mi madre a la consulta de uno de ellos, que ejercía en la plaza Juan de Ayala de Gasteiz. Viene a mi memoria la sensación de aversión e impotencia, el instrumental digno del siglo XIX y el olor del cloroformo y, así, sin mayor ceremonia mis amigdalas pasaron al recuerdo. Cierto es que no volví a tener obviamente amigdalitis, pero la sustituí por la faringitis...pero esa es otra historia.
No situó con precisión el año de aquella pequeña carnicería, pero aún no iba al colegio lo que me da una horquilla aproximada entre 1965-1966, año este último en que comencé mis estudios, lo que me sitúa con 4 o 5 años a lo sumo. 
La anécdota en mi convalecencia doméstica vino con un inesperado regalo por haberme portado bien. Se trataba de un set de MECCANO, distribuido bajo licencia por la juguetera barcelonesa Poch y, casi con seguridad, adquirido en "La ESPEJERA", una de las jugueterías de referencia de la capital. Concretamente era la referencia número 2. Recuerdo los vivos colores de la caja: rojo, verde y blanco. La apariencia de complejidad al abrirla, con sus múltiples piececillas: viguetas, escuadras, chapas, ganchos, ruedas, cuerda y los abundantes tornillos y tuercas, con sus llaves fijas específicas... El control motor fino de un niño de esa edad no es el más óptimo para piezas de ese tamaño, así que me costó hacerme con ello, pero con mucha paciencia y tiempo, estudio de las instrucciones y la técnica de ensayo y error conseguí, finalmente mi primer montaje, la grúa publicitada en la tapa de la caja. Aquel juguete, virtualmente indestructible, duró largos años y vivió todo tipo de construcciones, hasta que se fueron perdiendo los tornillos en sucesivos traslados...
El mismo set de MECCANO que me regalaron por perder las amígdalas...
Fotos tomadas de la web de ventas y subastas Todocolección
https://www.todocoleccion.net/juegos-construccion-meccano/meccano-2-m-fabricado-por-poch-barcelona~x257674990#ventana-modal-sobre-el-lote

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