domingo, 3 de julio de 2022

PERSONAJES RELIGIOSOS EN LOS SOLDADITOS DE JUGUETE DEL SIGLO XX ESPAÑOL

Es indudable la gran vitalidad de la industria juguetera española del siglo XX. Toda una pléyade de grandes, medianas y pequeñas empresas que cubrieron todos los nichos de mercado, dominando la oferta patria y llegando en ocasiones a distribuir en otros países, incluso en las peculiares y difíciles condiciones de la posguerra.

Como reflejo de esta diversidad está la amplitud de las temáticas reflejadas en los soldaditos de juguete y hoy quiero llamar la atención sobre, quizás, uno de los aspectos menos representados. Se trata, efectivamente, de las figuras que recrean personajes religiosos que pese al nítido sesgo católico del viejo régimen de la sombría época de la dictadura, no tuvo especial correlato entre el imaginario de los fabricantes de soldaditos que, quizás, pensaron con buen tino, que semejante propuesta iba a tener poca jugabilidad y aún menos atractivo para la chavalería de la época, más seguidora de los héroes del tebeo o de las películas de aventuras que del nacionalcatolicismo imperante...

Con todo existen curiosos y notables ejemplos de estas peculiares representaciones. Resulta obligado mencionar la producción de una de las grandes jugueteras españolas: Jecsan, que, en 1957 lanza una línea de temática escolar, con figuras en 60 mm. Bajo el título Escuela Nacional/Colegio infantil, produjo varios sets, con clases segregadas de niños y niñas, en los que los profesores y profesoras podían ser laicos o religiosos, a elección del cliente. En la segunda opción, un fraile o hermano tutelaba la clase en el caso de los niños y una monjita o hermana, hacía lo propio con las niñas. El primero, representado con sotana y un libro en la diestra y la segunda con hábito, toca almidonada y la siniestra en actitud de llamar la atención. Personalmente no llegué a conocer estos sets y mi referencia es el magnífico libro de Juan Hermida: Plastic Toy Figures Made In Spain. 1948-1978, que seguiré atentamente.
Mis experiencias de aquellos ya lejanos tiempos me remiten a los modelos originales, de carne y hueso, en los que se basaban estas peculiares figuritas. Mis padres, como tantos otros de clase media de la época, se estiraron económicamente hablando, para que vuestro humilde servidor tuviera una educación, presuntamente de calidad, lo que se traducía en la elección de un colegio religioso. Así que mi futuro formativo recayó en los, hoy diríamos, algo bizarros hermanos del Sagrado Corazón. Allí viví incontables anécdotas, de las que tuve la fortuna de salir indemne, que exceden a los propósitos de este post...
Baste recordar las míticas sotanas de 100 botones, con sus insondables bolsillos y su largo hasta los pies. A tal punto que en mi inocencia de parvulito, me preguntaba si bajo la sotana, de la que sólo asomaban los zapatos, llevarían los frailes pantalones? 😅

Pero volvamos al hilo conductor del relato, Jecsan, la misma empresa citada, en su serie Mosqueteros de Francia, obviamente inspirada en los tres mosqueteros de Dumas y sus adaptaciones cinematográficas, incluyó también una figura dedicada al famoso Cardenal Richelieu, convertido en villano por el gran novelista. Una figura resultona, aunque algo estática, representada con sus características ropas talares, en plástico, con 60 mm. de altura.

Curiosamente, el enciclopédico libro de Hermida no recoge un personaje religioso que sí que produjo Jecsan con su característico estilo. Se trata de un cura, con sotana, cubierto con teja y resguardado del sol o la lluvia con un llamativo paraguas rojo, a lomos de un noble pollino. Encontramos una única referencia, indirecta y sin foto, en el libro de José M.V. Mora Sanmartín Gran libro catálogo de colecciones Jecsan, en el que nos informa que se trataba de una figura fuera de catálogo...
Un ejemplar de la misma pieza obra felizmente en mis manos, así que añadiré algunos comentarios descriptivos al pie de las fotos correspondientes.

Nos detendremos ahora en otra de las grandes jugueteras, Reamsa. En 1962, claramente inspirándose en la producción de Historex, lanzaron una serie de figuras, 12 concretamente de plástico de 60 mm., con el título de La corte del castillo feudal, cuyo interés merece que le dediquemos, en un futuro, un post específico. Simplemente señalaremos que, entre los personajes de este set, se incluye un religioso, un fraile cruz en ristre, que detallaremos en las fotos .

Terminaremos así este breve recorrido por las representaciones que conozco de personajes religiosos entre la producción juguetera española de la segunda mitad del pasado siglo XX. Esperando resulte útil para la identificación de los mismos en las colecciones.

Comenzamos por una figura de Exin, concretamente de las diseñadas como complemento para su muy notable serie de edificios del viejo oeste o Exin West. Este clérigo se incluía en el llamativo set específico que la compañía dedicó a Capilla y escuela. Siguiendo el manualito de Xabier Arumi, Exin su historia, esta serie dedicada al Far West se produjo entre 1975 y 1983 y, añadiremos que este set es de su segunda época, propiamente ochentera, con resultones modelos combinados como La taberna& barbería o este que ahora nos ocupa. El clérigo en sí es uno de los caricaturescos personajes Exin, realizado en el característico plástico duro de la casa, con 50 mm. de altura. Originalmente se presentaba decorado, un tanto a la batalla, con esmaltes brillantes. La pieza en mi poder ha sido repintada con acrílicos y le he añadido un libro, obviamente la Holy Bible, en la siniestra. Como fondo y ambientación, un pequeño montaje con piezas de Exin Castillos...


Otra imagen de la referida figura.




Vamos, ahora, con el clérigo de Reamsa, correspondiente, como ya se ha dicho, a su set La corte del castillo feudal. Con semejante título y ambientación se esperaría quizás un prelado, una dignidad eclesiástica de alcurnia, capaz de codearse con soltura en la citada corte, pero, lejos de ello, los fabricantes nos ofrecieron un humilde fraile, quizás franciscano por el hábito marrón, enarbolando una sencilla cruz de madera y a pie descalzo. Es realmente una figura Pas par tout que podría figurar en cualquier diorama desde el medievo al antiguo régimen. Está elaborada en plástico blando, realmente con 65 mm.de altura hasta la peana y decorada con esmaltes de origen.




La mayor rareza corresponde a la ya citada figura de Jecsan. Está realizada en plástico blando naranja y decorada con esmaltes de origen, con el detalle de qué son mates, lo que suaviza su aspecto juguetero, dotándolo de dignidad y realismo. El fabricante recicló el borriquito que ya obraba en su catálogo, añadiendo la figura del cura, que, a su vez, está compuesto por dos piezas, a saber, el personaje que incluye el mango del paraguas y la copa desplegada de éste último, que se acopla por presión y calor al citado vástago. Su altura, tal cual está representado, ronda los 75 mm. Es, por tanto, una figura bastante grande, compatible con las series de 70-80 mm.
En cuanto a su propósito no deja de ser un verdadero y pequeño enigma. Se trataría de un complemento para sus series del oeste? Es lícito recordar películas como Dos mulas y una mujer, en la que el rudo vaquero, interpretado por el incombustible Clint Eastwood, daba la réplica a una peculiar monjita, encarnada por la magnífica Shirley MacLaine. Pura especulación, en cualquier caso...




Aunque de escalas diferentes, las dos últimas figuras combinan sin grandes reparos.

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