domingo, 13 de marzo de 2022

GRANDES LECTURAS DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD (10). Hoy: MORTADELO Y FILEMÓN de FRANCISCO IBÁÑEZ

Mortadelo y Filemón, los personajes más emblemáticos de Francisco Ibáñez nacieron en el ya lejano 1958 y aún colean, a día de hoy, por el proceloso mundo de los tebeos, de la mano de su ya anciano, aunque activo, creador.
Es una de mis primeras "lecturas", prácticamente de cuando tuve capacidad y comprensión lectora (lo que sucedió tempranamente para mí satisfacción y desarrollo personal). En la primera mitad de los sesenta mis padres ponían ya a mi disposición lo que en mi jerga infantil denominaba "los chistes de la semana", me refería a los tebeos semanales editados por la prolífica Bruguera, con tiradas que harían palidecer de envidia a cualquier revista actual. Entre éstos fui disfrutando de títulos como los míticos Pulgarcito, DDT, Din Dan, Tiovivo... En ellos Ibáñez y sus personajes y Mortadelo y Filemón en particular, entraban por los ojos. Eran sin duda mis preferidos y disfrutaba literalmente como un enano con sus descacharrantes aventuras. Era su etapa de "detectives" con la "Agencia de Información" que regentaba "el jefe", Filemón, secundado por su ayudante Mortadelo, el rey de los disfraces. El estilo de Ibáñez estaba en plena ebullición y evolución, plasmándose en la fisonomía cambiante de sus personajes. Disfruté, especialmente, de su etapa de "orejas de caracol", con la divertida expresividad gestual tanto facial, como sobre todo corporal de sus figuras. Después vinieron los semblantes ( y con ellos las orejas) más "realistas" (si se puede aplicar semejante adjetivo a Ibáñez) y los guiones más elaborados. 
Sin duda un momento clave en la evolución estilística de Ibáñez se produce en 1969. Bruguera se plantea dar un salto cualitativo con su artista estrella como primer lanzamiento, con la apertura de una línea de publicaciones a imagen y semejanza del formato europeo de álbumes en tapa dura que tanto predicamento tenían en el momento, con personajes tan significados como los míticos Astérix y Obélix o Tintín. Estamos hablando de la primera aventura larga de Mortadelo y Filemón: "El Sulfato atómico" serializada primero en "Gran Pulgarcito", donde la vine a conocer y disfrutar y publicada después, ese mismo año, en la nueva serie "Ases del humor".
El formato es decididamente heredero del estándar franco-belga y qué decir de las influencias estéticas de su contenido, la sombra de Franquin o de Peyo es muy alargada e Ibáñez se inspiró claramente en muchos elementos de esos artistas. Pero el producto final fue especialmente bueno, "homenajes" aparte, "El sulfato atómico" de 1969 abre la, para mí, breve "etapa de oro" del arte de Ibáñez. Lamentablemente este período fue verdaderamente tan breve..., efímero si se quiere, estando compuesto por dos únicos álbumes o historias largas. La segunda de ellas, por oscuras razones editoriales se publicó como cuarto álbum de la serie, como han puesto de relieve los especialistas en la obra de Ibáñez. Me refiero a "Valor y al toro!", que apareció en la colección Ases del humor en 1970.

Una selección de los álbumes de Mortadelo y Filemón en Ases del Humor de Bruguera que obran en mi poder


Portada y contraportada del mítico número uno de Mortadelo y Filemón en la colección Ases del Humor de Bruguera.
Obsérvese el detallado en la anatomía e indumentaria de nuestros héroes: Se aprecian, por ejemplo, las solapas de los bolsillos de la levita de Mortadelo o el cuello de la camisa de Filemón. Éste último, en la contra, porta también una detallada americana roja, a juego con sus icónicos pantalones y su cabeza es la característica de esta breve etapa, que más adelante se estilizará al estándar más simple.
Véase también el característico "gendarme" del universo Ibáñez, más próximo en su aspecto a un ,"Bobby" británico, caracterizado así para no tener problemas con un la censura, ni molestar a las fuerzas del orden del régimen de la España franquista.

Las guardas interiores de la colección Ases del Humor son dignas de mención. El detallismo, la expresividad gestual, los magníficos disfraces de Mortadelo y cómo éstos sirven para interactuar con Filemón, a modo de pequeños Gags visuales. En este último hay una pequeña evolución, no obstante: su camisa, aunque bastante detallada en arrugas e incluso botones en los puños ya no muestra cuello, simplemente se ve su icónica pajarita ...

Aunque el coloreado, algo chillón, y la rotulación mecánica desmerecen un poco, el nivel de Ibáñez en este "tour-de-force" creativo es muy alto: grandes viñetas, fondos detallados en los que la ciudad y sus edificios son también protagonistas...pocas veces volveremos a disfrutar de semejante despliegue grafico.

Perspectiva, ambientación de fondos, caracterización de los personajes... Obsérvese también cómo los chichones de "El Súper", Mortadelo y Filemón se mantienen, sin desaparecer de una viñeta a otra, como ocurrirá en la posterior obra de Ibáñez.

Nuestros héroes llegan a la frontera de la República de Tirania, un trasunto de la RDA de la época de la Guerra Fría, un régimen militarista, donde se habla alemán!

La guardia motorizada del tiránico presidente Bruteztrausen, identificados como "Polizei" (Policía en alemán) se enfrentan a un caracol que ha sufrido los efectos mutagénicos del "sulfato atómico" del profesor Bacterio, en una escena digna de "Vergüenza ajena".

No me resisto a incluir esta plancha completa de esta aventura, véase la caracterización del belicoso vecino partidario de la guerra, con ominosas y muy actuales reminiscencias...
El popular "escarabajo" de Volkswagen está perfectamente aprehendido.

Un hormiguero agigantado por el "Sulfato atómico" acaba con los blindados del ejército de Bruteztrausen y de paso con sus sueños imperialistas. Hay un razonable parecido entre los carros y los T34-85 de la SGM, quizás fuente de inspiración del maestro.

Una impagable muestra de ficticios rotativos de Tirania. Obsérvese el "cameo" de uno de los personajes más queridos de Ibáñez: el cegato Rompetechos, caracterizado aquí como "el ciudadano Rompetechen", elegido nuevo presidente de Tirania, por "votación popular", algo inédito en aquella España del "desarrollismo", donde la libertad de voto se vivía como una muy lejana aspiración...

Portada y contraportada de "Valor y... al toro!", publicado en 1970. Mortadelo realiza, aparentemente, el lance taurino de la "gaonera" mientras Filemón, caracterizado de despistado picador, está a punto de ser embestido por el morlaco.

La anatomía de Filemón ha sufrido ya una primera mutación, habiéndole crecido la cabeza. Las tapas de los bolsillos de la levita de Mortadelo ya han desaparecido. Los fondos son más sencillos e incluso inexistentes en ocasiones.

A destacar uno de los primeros travestismos de Mortadelo, caracterizado de Mata Hari 

La expresividad en el rostro de Filemón es antológica...

Portada y contraportada de "La máquina del cambiazo". En poco tiempo (el álbum es del año 1971) Ibáñez evolucionó hacia la simplificación y el pragmatismo. Mortadelo acorta su estatura, compárese con él mismo, caracterizado como pegacarteles en la contraportada, original del año 1969.

Viñeta de "La máquina del cambiazo", el foco está puesto en los personajes, simples, pero muy expresivos y eficaces.

Los míticos "gags físicos" tan característicos de Ibáñez. El formato ya no es el de una historia larga, guionizada al efecto, sino que se adapta a las entregas semanales de las revistas en las que se publicaban originalmente estas aventuras.

Las figuras son más pequeñas, simples y compactas. Véase, por ejemplo, los cambios registrados en la representación de Mortadelo, Filemón y "El Super", con respecto a sus anteriores encarnaciones, mucho más detalladas y estilizadas, en "El Sulfato atómico".

El Circo, publicado en Ases del Humor en 1973. A reseñar el detalle del precio, impreso en la contra, que ascendía a 125 pts. en la época (75 céntimos de euro).

La plancha inicial de "El circo". Obsérvese cómo los atisbos de detallismo están aún parcialmente presentes en Ibáñez. Así, contrasta claramente la representación estilizada y detallista de la viñeta de apertura con las subsiguientes, en las que las figuras son decididamente más simples y achaparradas.

Portada y contraportada de "Los invasores", historia creada posiblemente a inspiración de la setentera serie de ciencia ficción "OVNI" (UFO) de la factoría del matrimonio Anderson, en boga en la televisión española de la época, sin olvidarse a la homónima de la americana productora ABC de la década anterior.

Primera plancha de "Los invasores", tan divertida como hoy, seguramente, políticamente incorrecta...

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Una lista personal de lo que considero las mejores obras de Ibáñez
Abarcan un abanico temporal muy concreto, entre 1969 y 1974, para mí la secuencia de la "edad de oro" y la subsiguiente "edad de plata" del maestro. Serían los siguientes títulos, en mi opinión, imprescindibles y que, en un mundo ideal, aspiraría a recuperar en su formato original, en la colección Ases del Humor de la editorial Bruguera.
- El sulfato atómico
- Contra el Gang del Chicharrón
- Safari callejero
- Valor y al toro!
- El caso del bacalao
- La caza del caco!
- Chapeau el 'esmirriau'
- Agencia de Información
- La máquina del cambiazo
- La historia de Mortadelo y Filemón
- La caja de los diez cerrojos
- Magín el mago
- A la caza del cuadro!
- Los inventos del profesor Bacterio
- En la Olimpiada
- Los agentes de la TIA
- Operación bomba!
- Los diamantes de la Gran Duquesa
- El otro yo del profesor Bacterio
- Los monstruos!
- El elixir de la vida
- El circo
- El antídoto
- Los invasores
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Es, con todo lo dicho, Ibáñez un genial artista o un hábil artesano? En mi humilde opinión tiene asiento en ambas categorías. Es un creador con luces y sombras, tanto ajenas, como la excesiva carga de trabajo de Bruguera, sus contratos leoninos, la virtual "explotación" laboral a la que fue sometido, la perdida de sus derechos de autor... Como personales, es justo señalar que jamás se acreditó el fundamental trabajo de sus entintadores, fuera responsabilidad de quién competiese.
Pero todo ello no resta un ápice de su impacto como creador. Ibáñez es un autor intergeneracional, con más de 60 años en activo (aún en la brecha!), publicado en varios idiomas (a destacar, por ejemplo, su predicamento en Alemania) y cientos de ediciones, con un incalculable volumen de publicaciones. Influencia confesada de dibujantes y humoristas y referente transversal en el lenguaje y la cultura popular de todos los colores politicos. Ha recibido una bonita nómina de reconocimientos y, en la actualidad, se gestiona, por segunda vez, su merecida candidatura a los premios "Princesa de Asturias", ojalá lo logré! 

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